El Rottweiler Tiny estaba al borde de la muerte, en un estado lamentable tanto física como mentalmente. Tenía todo el cuerpo lleno de llagas abiertas, tenía sarna y zonas ensangrentadas. Su piel estaba completamente demacrada, pero gracias al The Sanctuary, un santuario de animales al norte de Taiwán especializado en el rescate, rehabilitación y realojamiento de todo tipo de animales el logró sobrevivir.
El perro fue ayudado por Sean McCormack y tratado de la sarna que padecía en el “YangMing Veterinary Hospital”. Se le buscó un ambiente seguro y cómodo para que estuviera feliz. A los pocos meses el can estaba mejor, más fuerte, saludable, feliz y ya era uno de los favoritos del santuario.
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